Con el paso de los días son mayores los problemas sanitarios y de hacinamiento que enfrentan los 6.000 migrantes centroamericanos que ocupan el albergue Benito Juárez en la ciudad mexicana de Tijuana. Las autoridades permanecen en alerta ante la posible aparición de epidemias mientras se adelantan campañas de vacunación en este refugio.
El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, pidió la intervención de la ONU alegando que no recibe apoyo del Gobierno Federal. Según cifras oficiales, el costo diario para mantener el albergue asciende a los 25.000 dólares.
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