Así es el entrenamiento que reciben los perros de servicio de la Policía Nacional de Colombia

Olfato rastreador, vista aguda y agilidad son algunas de las destrezas que desarrollan los caninos de la Policía Nacional, un comando de seguridad tan importante como los demás. Detrás de los cachorros cada detalle cuenta, desde la elección de sus cuidadores hasta su graduación en la escuela de adiestramiento.

Antes de llegar a la escuela hay un proceso de adaptación que todos los canes deben cumplir sin excepción. En primer lugar, hay que acostumbrar a los cachorros a fuertes ruidos desde que estén en el vientre. Después de nacer, deben interactuar entre ellos y con sus juguetes y luego si pasan a la escuela después de haber aprendido lo más elemental.

Los caninos que no cumplan los filtros de “apropiación del trabajo” para recibir su entrenamiento policial, pasan a una etapa de adopción o donación.

Según el intendente Jeison Cardona, el adiestramiento de los perros de servicio consiste en tres etapas. La primera, es una fase de “potenciación”, en la que se incrementa los instintos e impulsos del perro. La segunda, es una etapa de “asociación”, en la que se le impregna al perro las sustancias que debe detectar el animal. Y la tercera, es la fase de “registro”, en la que se le pide al perro que encuentre sustancias en diferentes escenarios.

El entrenamiento dura cuatro meses y finaliza cuando el perro muestra una señal pasiva frente a una sustancia que esté en diferentes escenarios. Así, es como todos los nobles caninos de la policía brindan su servicio para proteger a los colombianos.

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