Chepe Fortuna, tremendo vacilón

Chepe Fortuna, pescador y líder del barrio el Tiburón, sueña con ser alcalde, para sacar a su gente de la pobreza y darles un mejor futuro. Niña Cabrales descendiente de una de las más importantes familias de la costa, regresa de hacer una especialización en España y viene con el sueño de llevar a cabo varios proyectos de tipo ecológico y en especial de ayudar a los pescadores del barrio el Tiburón.

Chepe y Niña no se conocen, sin embargo ambos sueñan mutuamente con el otro. Chepe además, nació con el don de interpretar los sueños de la gente, pero con los suyos nunca ha podido saber su significado. Sin embargo pronto sabrá que el sueño que tuvo donde auxiliaba a una sirena con el rostro de Niña Cabrales, será un vaticinio para su vida que lo acercará al poder de la ciudad y a la mujer de sus sueños.

Aníbal Conrado, candidato a la alcaldía y novio de Niña, está lanzando su campaña política en el club marítimo, Aníbal planea casarse con Niña cuando esta regrese de Barcelona, pero la aparición de Chepe Fortuna en su vida comenzará a estropear sus proyectos de hacer de Niña su esposa para quedarse con el dinero que Niña ha heredado de su fallecido padre.

Chepe lidera una manifestación con la gente del Tiburón y en plena rueda de prensa se meten a las malas al club marítimo, con el fin de devolverle a los políticos en cuestión los tubos que dejaron abandonados años atrás en las calles del barrio, con la promesa de una red de acueducto y alcantarillado que nunca instalaron, pero que ahora quieren cobrarles con exorbitantes sumas de dinero representada en las facturas del agua, que no tienen.

Aníbal y Chepe se enfrentan verbalmente frente a todos los periodistas y al salir del club marítimo triunfante por el ridículo que le hizo pasar a Aníbal, Chepe ve entrar a la mujer de sus sueños en un lujoso auto, se trata de Niña Cabrales quien va llegando a encontrarse con Aníbal. Niña y Chepe se ven, las puertas del club se cierran y ambos quedan picados por la curiosidad, la sirena y el pescador de cada sueño, existen, pero ¿volverán a encontrarse?... Claro que sí y no precisamente en sueños.

En vista de que Aníbal Conrado tiene como estandarte de campaña ampliar la naviera de los Cabrales, de la cual su familia es socia, justamente en el barrio el Tiburón donde Chepe Fortuna vive. A Chepe y su gente se les ha ocurrido una idea para dañarle el caminado a Aníbal. Así nace la operación Tiburón que consiste en crear terror durante el evento de balleneras propio de las fiestas del Caribe que por esos días se lleva a cabo en la ciudad, disfrazándose con aletas y usando tanques de oxígeno, Chepe y los demás pescadores, van a hacerle creer a la ciudad que el sector donde pretenden ampliar el puerto, está lleno de tiburones, por lo tanto no es viable llevar a cabo el proyecto, pues se cometería un magnicidio ecológico, logrando así la atención de la opinión pública pero sobretodo el apoyo de los grupos ambientalistas del país.

Pero no todo sale como Chepe lo planeaba, pues durante las balleneras, a las que asiste Niña Cabrales acompañando a su prima Reina Carolina representante por Colombia al reinado del Caribe, ante la presencia de los falsos tiburones, Aníbal Conrado dispara con un arpón hiriendo de muerte precisamente a nuestro protagonista. Nuevamente Niña y Chepe se vuelven a encontrar, solo que ahora es ella quien lo salva de morir ahogado y quien a partir de entonces se volverá su protectora de mil maneras. La cercanía entre Chepe y Niña, hacen que entre ambos comience a tejerse una historia de amor imposible, marcada por las contiendas políticas, los sueños populares, los intereses económicos y las disparatadas situaciones que unirán a los ricos de la familia Cabrales, con los pobres pescadores del Tiburón.

Una historia de amor salpicada de costumbrismo caribeño, con toques de humor y con una alta dosis de romanticismo. Déjese seducir por los acordeones, viaje a través de la cultura caribeña y sueñe en una ciudad con personajes tan divertidos que nos harán recordar aquel realismo mágico que llevamos por dentro.